Mono de Fuego

Cuenta la leyenda, que hace muchos siglos, en las profundidades de la selva, existía un antiguo templo abandonado, oculto de los ojos del mundo. Se decía que este templo estaba protegido por una figura mística, la cual se rumoraba tenía la habilidad de controlar el fuego. Esta figura, era un mono, sentado en flor de loto, meditando, el cual tenía el poder de encender una llama de fuego sobre su cabeza, la llama de la vida.

El templo era cuidado por esta figura, Mono de Fuego, localizado en lo profundo de la selva, oculto por una densa vegetación que había sido capaz de protegerlo durante siglos. Esta antigua estructura estaba construida en armonía con la naturaleza que lo rodeaba, con paredes hechas de piedra y madera tallada a mano. La civilización que habitaba este templo tenía una conexión profunda con la naturaleza y su sabiduría.

Durante siglos, muchos exploradores intentaron encontrar este templo oculto, pero fracasaron en su intento debido a lo peligroso del camino y las leyendas que rodeaban al lugar. Pero un día, un grupo de exploradores valientes y decididos lograron encontrar el templo oculto. Al entrar, encontraron la figura del mono sosteniendo una llama de fuego. Sorprendidos por la belleza y la mística que envolvía el lugar, los exploradores vieron que esta figura podía transmitir energía y la fuerza de la naturaleza.

Es así, que la marca Mono de Fuego y cada una de sus velas, representa una conexión con la naturaleza y la energía que nos rodea, en una invitación a explorar y descubrir los misterios que nos rodean y a conectar con su interior, descubrir el fuego que arde en cada uno de nosotros.